Vive cada día como si fuera el último, podría serlo

Si fueras a morirte pronto y no pudieras hacer más que una sola llamada
telefónica, ¿a quién llamarías y qué le dirias? Entonces, ¿qué estás esperando?
Stephen Levine

Sabemos todo lo que necesitamos saber para poner fin al innecesario sufrimiento emocional que mucha gente padece en la actualidad. Una elevada dosis de autoestima y autocomprensión son metas accesibles para todo aquel que esté dispuesto a hacer lo necesario para conseguirlas.

 

Llegará el día que, tras haber dominado el espacio,
los vientos, las mareas y la gravitación, debamos
dominar para Dios las energías del amor. Y ese día,
por segunda vez en la historia del mundo, habremos
descubierto el fuego.
Teilhard de Chardin

 

Por dondequiera que vayas, difunde el amor: ante todo en tu propia casa. Brinda amor a tus hijos, a tu mujer o tu marido, al vecino de al lado... No dejes que nadie llegue jamás a ti sin que al irse se sienta mejor y más feliz. Sé la expresión viviente de la bondad de Dios; bondad en tu rostro, bondad en tus ojos, bondad en tu sonrisa, bondad en tu cálido saludo.
Madre Teresa de Calcuta

 

Necesitamos cuatro abrazos al día -para sobrevivir, ocho abrazos al
día para mantenimiento, y doce abrazos al día para crecer.
Virginia Satir

 

Todo el mundo puede ser grande... porque cualquiera puede servir. Para
eso no necesitas tener un título universitario. No necesitas hacer que sujeto y verbo concuerden. Lo único que necesitas es un corazón pleno de gracia, un alma nacida del amor.
Martin Luther King

 

 

Sonreíos ¡os unos a los otros; sonríe a tu mujer, sonríe a tu marido;
sonreíd a vuestros hijos, sonreíos sin que os importe a quién, y eso os ayudará a que crezca vuestro amor por el otro.
Madre Teresa de Calcuta

 

Quizá el mayor servicio social que -pueda
ofrecer alguien al país y ala humanidad sea formar y
llevar adelante una familia.
George Bernard Shaw

 

 

LOS NIÑOS APRENDEN LO QUE VIVEN


Si los niños conviven con las críticas, aprenden a condenar.


Si los niños conviven con la hostilidad, aprenden a pelear.


Si los niños conviven con el miedo, aprenden a ser cobardes.


Si los niños conviven con la compasión, aprenden a compadecerse de sí mismos.


Si los niños conviven con el ridículo, aprenden a ser tímidos.


Si los niños conviven con los celos, aprenden lo que es la envidia.

 

Si los niños conviven con la vergüenza, aprenden a sentirse culpables.

 

Si los niños conviven con la tolerancia, aprenden a ser pacientes.

 

Si los niños conviven con el estímulo, aprenden a estar seguros de sí.

 

Si los niños conviven con el elogio, aprenden a apreciar.

 

Si los niños conviven con la aprobación, aprenden a gustarse a sí mismos.

 

Sí los niños conviven con la aceptación, aprenden a encontrar amor en el mundo.

 

Si los niños conviven con el reconocimiento, aprenden a tener un objetivo.

 

Si los niños conviven con la generosidad, aprenden a ser generosos.

 

Si los niños conviven con la sinceridad y el equilibrio, aprenden lo que son la verdad y la justicia.

 

Si los niños conviven con la seguridad, aprenden a tener fe en sí mismos y en quienes los rodean.

 

Si los niños conviven con la amistad, aprenden que el mundo es un bello lugar donde vivir.

 

Si los niños conviven con la serenidad, aprenden a tener paz mental.

 

¿Con qué están conviviendo tus hijos?


Dorothy L. Nolte